En las calles de Plasencia encontramos esculturas de lo más curiosas, algunas que se ven a simple vista, y otras hay que fijarse más.
Hoy hablamos del Cristo de los Afligidos.
Posiblemente hayas pasado por delante y no te has fijado en él.

En una hornacina en la calle Borrego encontramos el Cristo de los Afligidos, por ello también conocido popularmente como el Cristo del Borrego.
Son varias las leyendas que se cuentan sobre esta imagen.
Hay quien dice que al pasar junto a esta hornacina se escuchan lamentos.
Cuenta la leyenda que en un momento de la historia, la imagen del Cristo de los Afligidos fue apedreado y la talla resultó rota.
Una vecina recogió los trozos y los mezcló con ceniza para tirarlo. En un momento comenzó a escuchar lamentos que procedían de estos deshechos.
Lamentos que no cesaron hasta que la imagen fue restaurada y colocada en la hornacina.
La hornacina se colocó a cierta altura, para evitar que la imagen sufriese más desperfectos, pero no fue suficiente.
Después de aquel hecho el cristo ha sufrido varios atentados más, el último en junio de 1999 cuando la imagen desaparece.
La imagen del Cristo de los Afligidos que aquí se veneraba databa del siglo XVII, y esperando su aparición se colocó otra realizada por el escultor Antonio Borreguero, pero de momento el original no ha aparecido.
Para evitar más atentados contra la imagen la hornacina cuenta con un marco de hierro y un cristal blindado.